La ansiedad es uno de los trastornos de salud mental más frecuentes en la actualidad y muchas veces se presenta en forma silenciosa y simultánea. En este artículo el Psicólogo del Departamento de Salud de la Dirección de Sanidad, Francisco Cavada, entrega claves para entender sus síntomas, diferencias y formas de abordaje, promoviendo el autocuidado y la importancia de pedir ayuda a tiempo.

Ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

Es una respuesta emocional y fisiológica esperable y normal, frente a situaciones percibidas por la persona como amenazantes o estresantes. Esta respuesta suele caracterizarse porque el sujeto manifiesta inquietud, preocupación, miedo y al mismo tiempo reacciones fisiológicas como el aumento del ritmo cardiaco, tensión muscular, sudoración, dificultad para concentrarse en alguna tarea o actividad específica, entre otros.
Hay que diferenciarla del trastorno de ansiedad, toda vez que la ansiedad como respuesta permite la adaptación y sobrevivencia. Cuando es de una intensidad y tiempo de vida excesivo, marcada por una preocupación desproporcionada, prolongada y de difícil gestión, se estaría hablando de un Trastorno Ansioso, pues interfiere con el funcionamiento diario normal del individuo.

En Chile, la prevalencia de vida de los trastornos ansiosos en personas mayores de 15 años, llegaría al 16,2%, para cualquier trastorno ansioso, viéndose una mayor proporción del género femenino (3,7% hombres y 23,1% en mujeres).

¿Quiénes pueden padecerla?

Cualquier persona puede experimentar ansiedad o desarrollar un trastorno ansioso, indistintamente de edad (puede iniciar en infancia, adolescencia o adultez), país, etnia, religión, etc. La Organización Mundial de la Salud estima que el 4% de la población mundial padece algún trastorno ansioso, por lo que es un de los trastornos mentales más comunes.
Se pueden identificar algunos factores de riesgo que potencialmente hacen más propenso al individuo a padecer este trastorno como son: una historia familiar de trastornos ansiosos, la exposición a un estrés prolongado o vivenciar eventos traumáticos, los problemas de salud física y rasgos de personalidad específicos como son el perfeccionismo, rigidez cognitiva, dificultad para manejar la frustración o bajo tolerancia a la incertidumbre.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas de ansiedad pueden variar de persona en persona y manifestarse de distinta forma, considerando además que hay distintos tipos de trastornos ansiosos. No obstante, los síntomas más comunes suelen ser:

• Preocupación excesiva, constante, injustificada y difícil de controlar.
• Sensación de nerviosismo e inquietud.
• Fatiga o cansancio fácil.
• Dificultad para concentrarse.
• Irritabilidad.
• Tensión muscular (particularmente en cuello, hombros, espalda, mandíbula).
• Fatiga crónica (por la tensión corporal constante)
• Mareos o sensación de desmayo.
• Problemas gastrointestinales.
• Palpitaciones o aumento del ritmo cardiaco.
• Respiración rápida o dificultad para respirar.
• Sudoración.
• Problemas para conciliar o mantener el sueño.
• Acciones de evitación (puede ser a lugares, personas, cosas, etc.)
• Inquietud motora (movimiento excesivo, “comerse” las uñas, etc.)
• Compulsión por el control (revisión insistente de las cosas, por ejemplo, luces de la casa, la llave del gas, etc.) para buscar seguridad.

Sugerencias de abordaje

De manera preventiva, se sugiere a nivel individual las siguientes acciones:
– Aprender técnicas de relajación, tales como la respiración pausada, la relajación muscular progresiva, mindfulness y meditación plena (existen incluso aplicaciones tecnológicas que pueden ayudar)
– Mantener hábitos de vida saludables, en relación a la alimentación (dieta sana), horas de sueño y despertarse regulares, hacer ejercicio de manera frecuente, evitar o reducir el consumo de café, alcohol y trabajo, así como no consumir drogas, pues estas pueden incrementar la ansiedad.

Si la persona considera que tiene dificultades funcionales es recomendable que consulte en un CENTRO DE ATENCIÓN PRIMARIA con algún profesional de la salud, para verificar si existe a la base algún trastorno ansioso y comenzar un tratamiento integral, orientado al bienestar y el fortalecimiento de la persona, con el fin de que esta última pueda autónomamente actuar frente a estos pensamientos y emociones, en aras de una respuesta adaptativa y que le permita hacer frente a las dificultades del día a día.

¿Dónde Consultar?

Si usted reconociera señales de alerta recurrentes en el tiempo de algún trastorno de salud mental, se recomienda que visite los Centros de Atención Primaria de Salud de la red SISAN.